En una relación es esencial poder
sentir que si estás al borde del precipicio, habrá alguien que te
sostendrá y no te dejará caer.
Es posible que en tu relación
te hayas preguntado si él será capaz de serte infiel, por qué se fue
con sus amigos sin avisarte, por qué regresó tan cambiado de su viaje,
qué piensan de ti en su casa que nunca te invita, por qué nunca tiene
dinero para invitarte a salir, qué tiene de malo que abras su cartera,
y hayas sentido desconfianza.
Cuando se trata de amor, seguramente te
cuestionas con frecuencia si debes confiar o no confiar en tu pareja.
Lo que sucede es que una de las cosas que más deseas cuando estás en
una relación es poder confiar a ciegas en tu amado. Sin embargo, lograr
esto a veces no resulta tan fácil.
Consejo de papásNuestros padres y otros matrimonios dan esta recomendación:
abre bien los ojos antes de entablar una relación, y estando ahí ciérralos.
Esto significa que en la primera etapa de conocimiento entre tú y él,
debes estar muy atenta a todas las señales, tanto las buenas como las
que puedan crear desconfianza entre ustedes después. Nada de dejarte
llevar por los puros sentimientos, luego habrá tiempo para eso.
La fórmula mágicaA
algunas personas lo que menos les importa es tener un compromiso, pero
para la mayoría de las parejas lo más importante para ser feliz es
conservar un vínculo, y para ello es indispensable tenerse confianza
mutua. Estar junto a alguien que tiene credibilidad es algo que te
genera un gran sentimiento de tranquilidad y armonía, te sientes
apreciada y eres capaz de manifestar tu mejor lado, lo cual hará a su
vez que tu pareja te tenga confianza y sea feliz contigo.
La confianza genera confianza, es un
círculo virtuoso en el que cualquier detalle cuenta y se va sumando a
una larga lista de cosas que construyen una gran relación. Si haces que
tu pareja confíe en ti, se irá sintiendo capaz de corresponderte poco a
poco y esta dinámica podrá cultivarse día con día.
Así que por tu parte no mientas, procura
ser puntual, pon reglas claras desde el principio, mantén siempre un
continuo diálogo con él, compártele lo que piensas y sientes. Pero
sobre todo está presente cuando él te necesite, porque ése es uno de
los pilares de la confianza entre dos personas, es decir, saber que
cuando estés al borde del precipicio, siempre habrá alguien que te
sostenga y que nunca te dejará caer.